Mucho se ha dicho en diferentes foros que van desde las Naciones Unidas hasta la Organización Mundial de la Salud acerca de los beneficios de la actividad física. Sin embargo, los gobiernos y las personas que hacen los gobiernos no han logrado comprender y utilizar el deporte como una herramienta de cambio social.
En México se ha saltado de un programa a otro sin lograr alcanzar metas cuantificables y que a largo plazo se vean reflejadas en una mejor sociedad. Desde los griegos se mencionaba que el deporte era fuente de fuerza física, mental y emocional ya en esa época los atletas eran vistos como semidioses al reconocer el esfuerzo y el empeño que ponían en sus entrenamientos y en su competencia.
El Barón Pierre de Coubertin en sus varios escritos acerca de la filosofía olímpica señala al deporte diciendo que para cada hombre, mujer y niño el deporte les ofrece una oportunidad de mejorarse a ellos mismos.
En efecto, el deporte es una puerta a conocerse, reconocerse y explotar lo mejor de sí mismo. Es por esto que la sociedad en conjunto debería de exigir el derecho a la actividad física que está escrito en nuestra Constitución Federal en el Artículo 4º.
El deporte no es un lujo, no es una pérdida de tiempo, es por sobre todas las cosas, la posibilidad de darle a alguien un espacio seguro en donde puede desarrollar y mejorar sus habilidades y capacidades físicas, mentales y emocionales.
Un ejemplo de lo que el deporte puede hacer, es el caso del equipo olímpico de refugiados que maneja el Comité Olímpico Internacional el cual, le ha dado la posibilidad a varios atletas de encontrar un nuevo hogar no solo para seguir practicando su deporte sino para poder vivir en paz, sanar y desarrollarse alejados de guerras o persecuciones políticas.
También, en el caso de la nadadora siria Yusra Mardini quien a la fecha, se desempeña como embajadora de UNICEF y promueve la paz y el deporte en diferentes partes del mundo llevando un mensaje de resiliencia, fortaleza y empatía por y para toda la gente que vive en situaciones de conflicto personal y social.
Por ello, te invito a que a partir de hoy, pienses en el deporte como una herramienta de las más poderosas y nobles que hay para desarrollar a las personas de forma armoniosa, que ayuda a promover la paz en la sociedad y que da prioridad en todo momento, a la preservación de la dignidad de los seres humanos y de todo ser vivo.
Escrito por: Andrea Millán González, Coordinadora de la Escuela Internacional del Deporte.
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