La Universidad Anáhuac Cancún celebra emotiva misa por el eterno descanso del Papa Francisco

la Universidad Anáhuac Cancún se reunió en la Iglesia Universitaria de Santa María de Guadalupe para encomendar el eterno descanso del Papa Francisco.


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En un ambiente de profunda fe y unidad, alumnos, profesores y administrativos de la Universidad Anáhuac Cancún se reunieron en la Iglesia Universitaria de Santa María de Guadalupe para encomendar el eterno descanso del Papa Francisco, quien durante su vida pastoral dejó una huella imborrable en la historia de la Iglesia y en el corazón de millones de fieles alrededor del mundo.

 

La emotiva celebración eucarística fue presidida por el rector de la Universidad, el Padre Jesús Quirce Andrés, L.C., quien, en su homilía, reflexionó sobre tres aspectos fundamentales que definieron el pontificado del Papa Francisco: la elección de su nombre papal en honor a San Francisco de Asís y su amor por los pobres; su incansable enseñanza sobre la misericordia de Dios; y su constante invitación a los cristianos a vivir la fe con alegría y esperanza.

 

“El Papa siempre nos pidió vivir el Evangelio que opta preferencialmente por los más débiles”, señaló el P. Jesús Quirce Andrés. En sus palabras, recordó cómo el Santo Padre llamó a toda la Iglesia a voltear su mirada hacia los más necesitados, siguiendo el ejemplo de Cristo. Asimismo, destacó que, para el Papa Francisco, a Dios lo define la palabra "misericordia": “El corazón de Dios es misericordioso, abierto a todos, así como es la vocación de la Iglesia”, afirmó.

 

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Durante su pontificado, Francisco insistió en que los cristianos, especialmente los jóvenes, deben vivir con profunda alegría y esperanza, testimoniando una fe viva, gozosa y llena de confianza en el amor de Dios, aun en medio de los desafíos y pruebas del mundo actual.

 

El rector también compartió con los asistentes un aspecto íntimo y conmovedor del Papa: su último deseo de ser enterrado en una basílica dedicada a la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora Protectora del Pueblo Romano. Con este acto, el Papa Francisco quiso dejar a todos los fieles una enseñanza final: ser fervorosos hijos de María, siguiendo su ejemplo de fe, entrega, austeridad, humildad y amor a Dios.

 

La misa fue un momento de profunda oración y reflexión para toda la comunidad universitaria, que elevó sus plegarias por el eterno descanso de quien fue un incansable promotor de la paz, la misericordia y la esperanza cristiana. La Universidad Anáhuac Cancún rinde así un sentido homenaje al legado espiritual de un Papa ejemplo de liderazgo de acción positiva que, con su sencillez y cercanía, marcó una época en la historia de la Iglesia.

 

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