IMPULSA y Fundación Creer: una historia de servicio que toca el corazón
Alumnos de IMPULSA escucharon a los fundadores de Fundación Creer y reforzaron una visión de liderazgo basada en servicio y empatía.
Hay encuentros que cambian miradas, y hay testimonios que encienden la vocación de servir. Así fue la experiencia que vivieron los alumnos del Programa de Liderazgo en Compromiso Social IMPULSA, al dialogar con la Mtra. Andrea Uranga y el Dr. Raúl Díaz, fundadores de Fundación Creer, una organización dedicada a acompañar con amor, esperanza y humanidad a pacientes con cáncer y a sus familias. Su visita se convirtió en una invitación profunda a mirar el liderazgo desde el servicio, la empatía y la solidaridad.
Liderazgo que nace del amor al prójimo
Durante este encuentro íntimo y reflexivo, Andrea y Raúl compartieron la historia que dio origen a la Fundación Creer, narrando los desafíos que enfrentaron y la fuerza interior que los llevó a transformar el sufrimiento en un proyecto de apoyo integral. Su testimonio, sincero y profundamente humano, mostró a los estudiantes que el liderazgo auténtico no surge del reconocimiento, sino de la decisión de tender la mano a quien más lo necesita.
Un espacio de aprendizaje y esperanza
Los alumnos de IMPULSA tuvieron la oportunidad de dialogar con los fundadores, reflexionar sobre el liderazgo social y reconocer la importancia de actuar con sensibilidad frente al dolor ajeno. Cada palabra compartida se convirtió en un recordatorio de que la responsabilidad social es más que una actividad universitaria: es un llamado a vivir con compasión y a poner en práctica los valores que transforman comunidades.
Este encuentro también permitió agradecer el compromiso previo de IMPULSA con la Fundación. En meses anteriores, los estudiantes organizaron actividades de recaudación para apoyar los programas de acompañamiento de la organización, demostrando que su liderazgo se expresa tanto en las aulas como en la acción concreta.
Formar líderes que sirven con el corazón
A lo largo de la sesión se fortalecieron valores esenciales para la formación Anáhuac: la solidaridad, la dignidad humana, la empatía y el compromiso con el bien común. Los alumnos reflexionaron sobre cómo sus talentos profesionales pueden convertirse en herramientas de servicio, ampliando su mirada hacia un liderazgo más humano y trascendente.
Con iniciativas como esta, la Universidad Anáhuac Cancún y el Programa IMPULSA refuerzan su misión de formar líderes de acción positiva: jóvenes capaces de transformar su entorno desde la ética, la sensibilidad y el servicio amoroso al prójimo. Porque el liderazgo más grande es el que nace del corazón.

