Alumnos de la Anáhuac Cancún viven una experiencia transformadora en Solferino
El 4 de septiembre, 45 estudiantes de la Escuela Internacional de Negocios de la Anáhuac Cancún viajaron a Solferino para una experiencia inolvidable.
Un grupo de 45 alumnos, acompañado por los coordinadores de la International Business School y docentes de las escuelas de Negocios y Humanidades, participó en una enriquecedora experiencia de aprendizaje en Solferino, Quintana Roo. La invitación a los futuros líderes de acción positiva los llevó a conocer una empresa destiladora mexicana, no solo desde la perspectiva empresarial, sino desde la Razón Abierta.
Julie Box, coordinadora de la Licenciatura en Business Administration, destaca la importancia de “hacer conciencia respecto al valor de poner a las personas en el centro y contribuir con su desarrollo; en inglés le llamamos ‘giving back’, que implica ser agradecidos por lo que tenemos y buscar la manera de ayudar a otros. Queremos que nuestros alumnos valoren la importancia de la ayuda comunitaria, así como el poder que tienen para marcar la diferencia en la vida de las personas”.
Christian Tarramborrelli y Jeevyl Villa recibieron a alumnos y docentes de la comunidad universitaria. Frente a una frase en la pared que dice “¿Quién va a querer tomar un gin de un pueblo que nadie conoce?”, y con gran sencillez y apertura, Christian compartió la inspiradora historia de Solferino Native. Debido a las dificultades que trajo la pandemia a empresarios y trabajadores, tomó la decisión de aprovechar el tiempo y aprender de manera autodidacta el proceso de destilación del gin. Hoy, ha logrado un lugar destacado en el mercado de los destilados, obteniendo la medalla de oro en los World Gin Awards 2025 en Inglaterra, por su producto Solferino Native Dry Gin.
Christian destacó que, más allá del éxito comercial, su visión está centrada en el bienestar de la comunidad. Actualmente, la destilería apoya a 15 familias en Solferino, empleando a los locales en la destiladora y comprando la mayoría de los botánicos utilizados a agricultores locales, cuidando de rotar a los proveedores para preservar sus cultivos.
“Hoy ayudamos a 15 familias en Solferino, pero es poco. Podemos hacer más”, aseguró Christian, quien además compartió con entusiasmo cómo el esfuerzo colectivo ha puesto a su pueblo en el mapa. La visita también evidenció el impacto positivo en otras áreas: los artesanos venden piezas de madera, los talentosos niños del taller de pintura del profesor Roberto exhiben varias de sus obras y participan en exposiciones nacionales, y las familias comparten la gastronomía local con los visitantes a la destilería, incentivando el crecimiento cultural y económico de la comunidad. Solferino ya no es solo un lugar de paso; el pueblo se conoce y los turistas vienen a visitarlo.
Kyomi Cravioto, estudiante de Strategic Business Management, relató una anécdota que llamó su atención: en la destilería conocimos a Jenny, una joven de Solferino que inicialmente se encargaba solo de tareas básicas, como limpieza y pegado de etiquetas. Kyomi señala que, gracias a la actitud generosa de Christian, a su interés en compartir conocimientos y buscar el bienestar de los demás, apoyó a Jenny para viajar a Guanajuato a estudiar con expertos destiladores. Ahora, Jenny – primera destiladora certificada de Quintana Roo – está a punto de lanzar su propio vodka en honor a su abuelo, ejemplificando cómo una visión de negocios centrada en el bien puede transformar vidas.
Al ser preguntado sobre el futuro, Christian expresó su enfoque en el crecimiento de su empresa y en la exportación, pero aseguró que su expansión no será a costa de la comunidad local. “Busco crear más empleos y apoyar a las familias que más lo necesitan”, puntualizó.
Este paseo académico refleja la importancia de buscar el bien común poniendo a la persona en el centro de los negocios, principios que guían la formación de los futuros líderes de acción positiva de nuestra universidad.

