La celebración religiosa fue presidida por el Rector de la Universidad, el P. Jesús Quirce Andrés, L.C., quien dirigió una emotiva homilía centrada en tres profundas reflexiones sobre la paternidad como vocación y misión de vida.
En su primera reflexión, el P. Quirce recordó a los presentes que “la paternidad es una vocación, un regalo de Dios”, y que ser padre no es una casualidad, sino un llamado divino en el camino del matrimonio. Invitó a los asistentes a agradecer a Dios por ese don, recordando que no todos han sido llamados a esa misión. “La felicidad no está en el dinero ni en lo material, sino en vivir con plenitud la vocación a la que fuimos llamados”, afirmó.
La segunda reflexión giró en torno a la figura de Dios Padre como modelo supremo de la paternidad. Invitó a todos los padres presentes a mirar con fe y humildad al Padre del Cielo, especialmente al pronunciar las palabras del Credo: “Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso”. El Rector exhortó a seguir el ejemplo de Dios, amando con generosidad, paciencia y entrega.
La tercera y última reflexión fue una guía práctica para vivir una paternidad auténtica y cristiana, destacando tres acciones fundamentales:
Al finalizar la misa, los asistentes se dirigieron al Auditorio San Juan Pablo II, donde se llevó a cabo una comida en honor a los padres de la comunidad universitaria. Fue un espacio de convivencia fraterna, en el que se compartieron anécdotas, sonrisas y buenos deseos. Como muestra de aprecio, se les entregó un obsequio conmemorativo a todos los papás presentes.
Este emotivo festejo reafirma el compromiso de la Universidad Anáhuac Cancún por fomentar los valores humanos y cristianos, reconociendo la importancia de la familia y del papel esencial que desempeñan los padres en la formación integral de las nuevas generaciones. Celebrar el Día del Padre en el contexto del 25° aniversario institucional resalta, una vez más, el espíritu de comunidad y gratitud que caracteriza a esta casa de estudios.