En el marco del 25 aniversario de la Universidad Anáhuac Cancún, se celebra la Misa de Acción de Gracias por el XXIII Aniversario Sacerdotal del P. Jesús Quirce L.C.
En una emotiva ceremonia, se llevó a cabo la Misa de Acción de Gracias por el XXIII aniversario sacerdotal del P. Jesús Quirce Andrés, L.C.

En una emotiva ceremonia celebrada en la Iglesia Universitaria Santa María de Guadalupe, ubicada en el campus de la Universidad Anáhuac Cancún, se llevó a cabo la Misa de Acción de Gracias por el XXIII aniversario sacerdotal del P. Jesús Quirce Andrés, L.C., rector de esta casa de estudios. El evento, cargado de simbolismo espiritual y significado institucional, se enmarcó en las celebraciones por los 25 años de la fundación de la universidad.
Al acto litúrgico asistieron colaboradores, docentes y personal administrativo de la Universidad Anáhuac Cancún, quienes se unieron en oración y gratitud por la vocación y el servicio del padre Quirce, figura clave en la consolidación académica y espiritual de la institución.
Durante su homilía, visiblemente emocionado, el P. Jesús Quirce expresó:
“Nos reunimos para agradecer y recordar un hecho que marcó mi vida para siempre, celebro 23 años de sacerdocio.”
Recordó con profundo fervor el día de su ordenación sacerdotal, que tuvo lugar un segundo viernes de junio, en el mes del Sagrado Corazón, en el Santuario del Sagrado Corazón de Jesús en Madrid, España. “Dios escoge a quien quiere para ser sacerdote y porque Dios quiere, esto en un misterio infinito de amor.”
A lo largo de su reflexión, el rector compartió con los asistentes una memoria viva de su vocación y su relación íntima con Dios. Con voz firme y agradecida, afirmó:
“Él me eligió para el sacerdocio antes de ser formado en el seno de mi madre. Mi honor, gracias y regalo de Dios es el sacerdocio. Podré dejar de ser director, pero siempre seré sacerdote.”
El padre Quirce destacó cómo el amor de Dios se ha mantenido intacto en su vida desde el día de su ordenación y aseguró que su fidelidad a Dios continúa tan firme como en aquel primer día. “Mi amor por Dios siempre será fiel.”, concluyó con solemnidad.
Asimismo, compartió con los asistentes tres pilares fundamentales del sacerdocio: el Llamado, la Entrega y el Agradecimiento.
- El Llamado: “Ser sacerdote no se escoge, es un llamado de Dios, con méritos o con pecados. Dios elige con fallas y limitaciones.”
- La Entrega: “El sacerdocio es para vivir el amor crucificado de Cristo. El sacerdote debe renovar el sacrificio redentor en el altar y acompañar a los fieles en el dolor y la soledad.”
- Dar Gracias: “El sacerdote vive agradecido con Dios y con su familia. Ser sacerdote es un acto constante de gratitud.”
En sus palabras finales, el Padre Jesús Quirce Andrés L.C., extendió su agradecimiento a la Iglesia, a la Legión de Cristo, y a todos quienes han acompañado su camino vocacional.
“La gracia de Dios se manifiesta. El sacerdote no es un superhéroe, no es perfecto. Es testigo de la misericordia, servidor del Evangelio y de Cristo. Es la expresión del amor del Corazón de Jesús. Voy a seguir esforzándome para seguir a Cristo.”, concluyó.
La ceremonia no solo fue un acto de agradecimiento personal, sino también un testimonio de fe y compromiso sacerdotal que inspira a la comunidad universitaria. En el marco de los 25 años de la Universidad Anáhuac Cancún, reafirma los valores sobre los cuales fue fundada la institución: la formación integral, el liderazgo de acción positiva y el servicio desde el amor cristiano.